El 15 de junio de 2012, el Presidente Obama firmó un memorándum pidiendo acción diferida para ciertos jóvenes indocumentados que llegaron a los Estados Unidos en su niñez y que han continuado con una educación o servicio militar aquí. El programa se conoce como Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
Aunque una docena de estados permite que inmigrantes indocumentados califiquen para la matrícula de residente del estado (bajo la condición de que hayan vivido la mayor parte de sus vidas en ese estado y se hayan graduado de una secundaria en ese estado), el Departamento de Educación de Florida considera a estos estudiantes –que por lo general fueron traídos a los Estados Unidos en su niñez—como estudiantes internacionales.
En Florida, los estudiantes DACA no califican para matrícula de residente basado en las normas emitidas en febrero de 2013 por la oficina de asesoramiento legal del Departamento de Educación de Florida.
Como tales, estos estudiantes deben pagar matrículas a las tarifas que se aplican a estudiantes que vienen de otros estados (y que en el caso de Valencia, representan sobre tres veces más que la tarifa que se le aplica a los estudiantes residentes del estado). Los estudiantes DACA tampoco son elegibles para la ayuda federal a estudiantes y para la mayoría de becas.
En el mes de junio, los oficiales de la Universidad Internacional de Florida anunciaron que comenzarían a cobrar matrícula de residente a estudiantes DACA si éstos se habían graduado de una escuela secundaria de Florida o si habían asistido a la universidad en Florida por al menos 12 meses consecutivos.
En un almuerzo reciente auspiciado por la Liga de Mujeres Votantes del Condado de Orange, el presidente de Valencia College, Sandy Shugart dijo que los líderes del estado necesitan abordar este asunto.
“Es necesario hacer algo para enfrentar este problema. Estos estudiantes se han criado en nuestras comunidades. Algunos han estado entre los mejores estudiantes de sus escuelas secundarias, y sin embargo, les estamos negando la oportunidad de mejorarse y mejorar a nuestras comunidades,” comentó Shugart posteriormente.
“Pedirles a estos estudiantes –muchos de los cuales provienen de familias inmigrantes pobres— que paguen una matrícula que es sobre tres veces más alta que lo que pagan los estudiantes residentes del estado, coloca una enorme carga económica sobre aquellos que menos pueden. Al hacer esto, estamos en efecto negándole a muchos de estos estudiantes la oportunidad de asistir a la universidad – y estamos en peligro de establecer una subclase permanente en nuestras comunidades.
“En Valencia College, siempre hemos creído en el poder de la educación para transformar vidas y comunidades. Para comenzar, le he dado instrucciones a mi personal para que explore todas las vías posibles para proveer becas o subsidios y encontrar otras opciones para ayudar a estos estudiantes. Pero exhorto a nuestros legisladores estatales y líderes estatales a que reexaminen este asunto y que encuentren una solución que no deje a niños inocentes al margen de una educación superior.”